miércoles, 18 de marzo de 2015

MIGRANTE ITINERANTE



Aquí todos hemos emigrado alguna vez, somos tierra de paso, los abuelos llegaron de todos lados y nuestros hijos se irán alguna vez. Nosotros hemos buscado otros horizontes en más de una ocasión y regresamos al terruño para respirar tolvaneras y ver atardeceres con chanates y garcillas en el campo… de entrada el título del trabajo de Mariana Muleiro me atrapó, ahí estaré para ver “Migrante itinerante”.
La invitación de la inquieta, trabajadora y talentosa Venus Serrato no puede dejarse de lado, sábado 21 de marzo, ¿llegará la primavera?, a las 19:00 horas en el teatro Alberto M. Alvarado, iré a ver un cuadro de intérpretes y coreógrafos que garantizan el viaje: María Fernanda Flores, Héctor Martínez, la misma Venus Serrato y un joven maestro lagunero: Alam Sarmiento.



De antemano se que será algo diferente, ni Venus ni Alam se involucran en montajes convencionales, de ninguna manera. Y el resto de esta compañía  supongo que estarán en el mismo camino de la experimentación, de reflexionar sobre sucesos que no por cotidianos y vistos dejan de ser importantes para los laguneros, que llegamos de muchas montañas y mares y partimos todos los días al fin del mundo si es necesario.
Se que Venus Serrato ha sido becaria en varias ocasiones de instituciones de gobierno, ha intervenido con sus coreografías, espacios públicos como el jardín de la Casa de la Cultura de Gómez, que ha bailado en salas de casas donde la invitan. Y de Alam Sarmiento, el permanente buscador de imágenes que se mueven y cuestionan, se que ha viajado, que es un migrante sin remedio, que sus experimentos, como Paralelo 27 y el taller del teatro Isauro Martínez, sorprenden una y otra vez, eso reconforta la escena lagunera, la nutre de preguntas y sorpresas. Y eso es bueno, muy bueno.



El equipo técnico lo integran Paúl León, diseñador sonoro, Ricardo Rodríguez, diseñador de iluminación y escenografía y Mónica Rodríguez, responsable del diseño de vestuario. Los agradecimientos, que bueno que los hay, son para el Instituto Municipal de Cultura de Gómez Palacio, la UJED y la Casa de la Cultura de Ciudad Lerdo, bien por estos jóvenes que saben reconocer el esfuerzo de otros para que ellos puedan subir una y otra vez a escena.
¿Y a qué subirán Fernanda, Héctor y los demás?
A representar pinturas en movimiento que acompañan a un poema, a un paisaje sonoro, a un migrante… así de fácil.
El poema es de Mario Benedetti y como todo lo que escribió parte, llega y se queda en la sencillez de lo cotidiano, en la belleza  etérea de la imagen, de la invitación "a destrabar el tiempo, a  correr los escombros y destapar el cielo". Pero también a invitar al migrante "a que no se rinda, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y se calle el viento"… justo atrás del teatro Alvarado, junto a las vías, en la ribera del Nazas, donde los migrantes se juegan la vida, piden una moneda, descansan del viaje que no termina nunca, ahí mismo estará “Migrante itinerante” este sábado 21 de marzo a las 19:00 horas, lleve 50 pesos.


sábado, 14 de marzo de 2015

50 SOMBRAS DEL SEXO



“50 Sombras de Grey” se asoma al mundo oscuro de los encuentros sexuales ocasionales y aunque se pueden convertir en repetitivos, mantienen el enigma del primer encuentro, de la adrenalina que linda con la muerte y del morbo que puede terminar  en tragedia. Hace unos días compartí con Bety Acosta un texto sobre filmes con distintos grados de erotismo que han impactado en diferentes épocas del cine, como “Bilitis” de David Hamilton, o “Emanuelle” de Just Jaekin. La otra vertiente de la    que se puede hablar en estos días de escándalo por la historia de sadismo en “Grey”, son las cintas sobre estos encuentros-desencuentros que están en el límite constantemente.
Veamos algunos apuntes, un filme europeo: “Último Tango en París” de 1972, filmada por Bernardo Bertolucci, una europea en Viet Nam  de 1929 en “El Amante del norte” de Jean-Jacques-Annaud, realizada en 1991 y una norteamericana en el aburrimiento total en “Buscando a Mr. Goodbar” de Richard Brooks en 1977. Tres películas que causaron furor en su momento, sobre todo “El Último Tango” con una muy joven María Schneider y un decadente Marlon Brando en una historia que refleja fielmente el  tono de este tipo de cine: la decadencia social.



Bertolucci le da muchas vueltas a la historia, pero al final se sale con la suya, como siempre: quien viola la ley moral, terminará , tarde que temprano, mal, muy mal. Pero el personaje mismo busca ese final, está marcado por la tragedia y aunque trate de alejarse de ella, no puede evitar el seguir el camino del peligro, de la muerte. Lo mismo sucedía con la colegiala de “El Amante”, una novela seguramente autobiográfica de Margeritte Duras, la casi niña Jane March que sube al auto del comerciante chino caracterizado por Tony Leung Ka Fai y tiene relaciones sexuales intempestivas, cotidianas que llevan a ningún lado, como sucede con los encuentros fortuitos, nocturnos de la hermosa soltera que busca sexo –y lo encuentra- casual en los bares estadounidenses en “Buscado a …” que unía a dos mundos, la vieja Norteamérica y la desatada nueva moral de búsqueda sexual cotidiana.
En las cintas el encuentro-desencuentro no conduce a algo en forma definitiva, salvo a la muerte, al aburrimiento, o al supuesto crecimiento emocional de las protagonistas: mujeres jóvenes en busca de sexo, y si no lo buscan, de todos modos el sexo las encuentra, como sucede a la casi niña que es abordada por el rico comerciante al salir del colegio vietnamita.



“El Último Tango en París” es la obra maestra en este género, la que muestra de una forma cínica, descarnada, una faceta del ser humano, la de la búsqueda de la muerte a través del sexo, del encuentro donde la violencia se puede o no disimular, pero va a estar ahí, presente.
Este tipo de cine retrata una forma de vida donde la soledad es un signo de las sociedades a través de las culturas mas diversas donde, sin embargo, hay conductas comunes , en ellas lo que menos importa es el detalle, porque en estas relaciones, lo verdaderamente importante es que la muerte está asomada a la ventana, atenta para entrar.
Las jóvenes francesas se encuentran con el sexo sin buscarlo. La soltera estadounidense lo busca y lo encuentra en cada bar, pero ¿y el amor?