La ópera Carmen es un ejemplo de romanticismo por
excelencia. Que mejor forma de seguir festejando los 20 años de la Camerata. La
mejor música del mundo ejecutada por la
Camerata de Coahuila con su director fundador Ramón Shade en una de sus etapas más festejadas, la de
director orquestador.
Fueron dos funciones para festejar con el público que
sabe responder a la programación de una estupenda orquesta que suele armar
espectáculos profesionales con el concurso de coros, cantantes y esfuerzos
compartidos de instituciones públicas y privadas.
Cuatro actos, tres horas de fiesta, estupendos
cantantes mexicanos en escena, más de cien personas en el reparto, dos artistas
laguneros que acuden al llamado y lo hacen muy bien: Luz Alicia Ávila como Frasquita
y Armando Martínez como Remendado, ella vive en Durango capital y él en
Saltillo, Coahuila.
Participaron el INBA con su estupendo programa Ópera
en los Estados y el gobierno de Coahuila, con apoyo económico a cambio de incluir las presentaciones del teatro Nazas, en el programa del Festival
Internacional de las Artes.
El resultado: un espectáculo de ciudad grande que
emocionó al público y a los artistas participantes, Ramón Shade en un trabajo
que es un Don para él, Oralia Castro que aún con el papel de la gitana en el
corazón, se emocionó al máximo, el coro del colegio Cervantes, dirigido por Roberto Guzmán y el de la Escuela
Municipal de Música de Gómez Palacio “Silvestre Revueltas” que tiene en su
equipo directivo a Gabriel Robles, Alicia Ávila y Yolanda Márquez.
La experiencia de Miguel Alonso como director de
escena y de Shade como director orquestador
creó la magia para lograr una puesta en escena que maravilló al público
y coloca a La Laguna como sede de una orquesta que es capaz de reunir a
patrocinadores, artistas, promotores para montar “Rigoletto” y “Carmen” con un éxito que trasciende los
límites de la Comarca, porque José Luis Ordóñez, habitual en los espectáculos
del bel canto en La Laguna, Genaro Sulvarán y Marcela Chacón comentarán este suceso en el mundillo
operístico del país.
Y también se vio, luego de aquella
función de “El Amor Brujo” , de Manuel
de Falla, a una consentida de la orquesta: la bailarina Itziar Muguerza que acudió
a la cita con su academia Rioja. Como solista y como reparto,
Muguerza es parte de la historia de la Camerata de Coahuila.
Carmen es la historia de una mujer apasionada, que
juega con el amor de los hombres, una gitana al borde del peligro, de la
violencia, la muerte y no puede evitar ser de esa forma, el objeto perfecto
para el amor imposible, el romanticismo en su máxima expresión, Don José que
elige a quien lo rechaza y él mismo rechaza a la hermosa pueblerina para ir
tras la muerte en todas sus formas.
Es la historia perfecta del romanticismo, igual que
Adéle Hugo, la hija del escritor francés enloquecida en busca de su militar en
el Caribe en el mismo siglo XIX, la tragedia sin remedio que sigue cautivando
al gran público que sabe desde el principio que la historia no tendrá un final
feliz. Por cierto, las referencias en las composiciones plásticas del escenaeio, a Delacrix y Corot, no son casuales.
Y todo esto, en manos de la Camerata de Coahuila: la fiesta total.
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