domingo, 26 de agosto de 2018

MAR PROFUNDO

Hace unos días presenté con Magda Madero,en la Plaza Cuatro Caminos, el libro "Mar Adentro" con poesías de Lidia Acevedo y fotografías de Hiram
 Castruita. Esta es parte de mi intervención.

El mar es un invento muy bello, un pretexto para que Lidia escriba un poema-objeto-caja visual, virtualmente una pecera que encierra todo el sentimiento posible.

Es un pretexto para regocijo de Hiram, el joven fotógrafo con cara y curiosidad de niño.

Mar de Fondo es una colección de imágenes irreales, agradezco a los dos por crear un universo paralelo que es más bello y creíble y que invocaré cada vez que vaya a cualquier playa que me vendan como real porque "el verdadero mar es solo una oscuridad interminable, como el tiempo que nunca ha sido".

La poesía escrita y como forografía está llena de emoción, eso me atrapó, desde el primer poema me dí cuenta que estaba ante un montón de mentiras: "aguardo junto al mar para purificarme".

La poesia de Lidia bebe en lo más profundo de la civilización, se embriaga de las mil posibilidades que tiene el mar como imagen para ella que vive en el desierto a mitad de la nada.

"Somos peces sobre la noche larga abajo y arriba somos peces arriba y abajo somos agua".

Sus líneas no ocultan sus referencias, sabe que otros han
cantado embriagados desde el desierto, ¿Othón? ¿Rulfo? ¿García Márquez? Ella viene de las Mil y Una Noches, cuida la entrada a Bagdad, ve la lluvia de estrellas en Tlahualilo y sabe bien que
el mar y el desierto son lo mismo y el silencio es parte del asombro.

Hiram, luego de leer las poesias, solo le dió las fotografías estrictamente necesarias para el libro, comprendió que "Dios no me permitas que la razón me alcance".

Los dos saben que la belleza cuesta, que el poema es una fotografía sobre el atardecer, que la vida es subir al faro  y no llegar, porque quizá desdé él se vea el mar y entonces ¿qué harían? ¿"borrar el mar de fondo para que siga siendo una metáfora? ¿un rosario de menturas"?

Por eso Hiram se quedó a la mitad del camino, platicando con los sin casa, los turistas que no lo son, toma fotos de sus lentes, porque como dijo Lidia "un día veremos nuestras ruinas desde la memoria" y da a la escritora una imagen desgarradoramente hermosa...la playa, las piedras y el espejismo que parece mar. Al final foto y texto son lo mismo.

"La soledad la congoja que nos hizo entrar los pies en el agua y ver el cielo más estrellado que nunca". Esa tristeza que es cortejada por la hermana soledad da la sensación a los artistas de que "hay días que son más largos, caben en ellos todos los posibles" , "se nos fue el corazón que brota mientras anochese" y "hace horas que la mañana está vacía", lo hace desde una escritura de la madurez, cuando  los premios, ceden ante la emoción "el grito del tiempo que se imagina una campana".

Mar de Fondo, sin embargo, y a pesar de la soledad, el desencanto, la negacion, la imposibilidad de detener el tiempo, de bañarse en un mar que es un cuento... descubre que las tardes de lluvia son propicias para darse cuenta que sobreviviremos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario