domingo, 16 de junio de 2019

ADIÓS ZEFFIRELLI

Cuando era jovencito, fuí con mis amigos de la secundaria a ver "Romeo y Julieta" con Olivia Hussey, William Shakespeare en todo su esplendor en medio de la Cultura hippie y pop de los años 60 del siglo pasado.

Más tarde proyecté en mis clases de historia del arte, la bellísima "Hermano Sol, Hermana Luna" sobre la vida del poverello Francisco de Asís, y quedé cautivado por la música de "Amor Eterno".
 Descubrí por Franco Zefirelli, que el artista multimedia era el nuevo Renacimiento, vi la tele serie "Jesús de Nazareth" y la puesta en escena de "La Traviata".

Conocí de cerca a uno de los grandes cineastas italianos, al intenso director de cine, ópera, teatro y televisión, al intelectual vocero de El Vaticano, al enamorado eterno de Vitorio de Sica, el gran director, y de La Diva María Callas

Un humanista, contemplativo, controvertido, fuera de tiempo y director de grandes películas: Franco Zefirelli.
Hoy el amigo de todos los cantantes, el director de "Callas por Siempre", el productor de televisión... Se ha ido. Tenía 96 años de edad, el prestigio universal como artista de la imagen y el cariño de su familia.

Zefirelli estuvo cerca de la Sección católica del Festival de Cannes, de la comunicación social en El Vaticano, de las novedades técnicas en el cine y de los discursos conservadores, románticos, en el arte.

 Hay mucho por escribir del mensajero de Shakespeare, del gran amante de la ópera, del amante de las coincidencias, recordemos que fue el compañero emocional de Visconti, quien dirigió en teatro La Traviata, la ópera que filmó Zefirelli.
 
Fue fiel a sus amigos, lo constataron en su momento Maria Callas y Luciano Pavarotti, por ejemplo. Nunca cambió de bando, su partido fue el conservador Forza Italia, su religión fue la católica, su fidelidad estuvo unida a los artistas que admiró y dirigió. 
 Sus dos grandes filmes, "Romeo y Julieta" y "Hermano Sol, Hermana Luna" son su legado al arte, su visión idealista de una sociedad que no tiene nada que ver con la idea del amor terrenal de Shakespeare, o con la visión celestial de Francisco y Clara de Asís, también son su herencia.
Es domingo y pasaré el día recordando "Romeo y Julieta", la película, el cartel que adornó mi cuarto de adolescencia, la historia perfecta del amor juvenil.
Adíos Zefirelli.
Adíos.

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