Para Carmelita Hernández y Purita Camargo, que fueron amigas en Durango.

Estoy profundamente emocionado, la mezcla de La Pasión de Cristo con el cante y el baile andaluz han provocado en mí un momento único en esta Semana Santa . El lunes vi los preparativos en la plaza de Lerdo, l el martes por la mañana platiqué con Lucero Hernández, directora de “Flamencos Unidos”, una hermosa y cálida guitarrista y “cantaora” ella estaba rodeada de su compañía, a quienes presentó con toda la calidez posible.

Por la tarde viajé a Gómez Palacio para ver el espectáculo “El Cristo andaluz” en el teatro “Alvarado”. Sabía que iba a presencia r algo especial… pero no me imaginaba que me iba a impresionar tanto.

¡Bravo! es poco para los músicos y “bailaores” de Lucero Hernández que regresó de la leucemia para montar esta procesión sobre La Pasión de Cristo que en el teatro pareciera que provoca el ensimismamiento del público, como si todos dejáramos de respirar mientras Luis Becerra canta el “Padre nuestro”, y luego de una pausa al terminar, todos aplaudimos al mismo tiempo.

La “cantaora” es nieta del ganadero de reses bravas Francisco Hernández , hija de los toreros Carmelita y Antonio Hernández y sobrina del matador Juan Hernández . También es madre de la "cantaora" Lucero Acosta y abuela de la "bailaora" Daryl Acosta .

Lucero es una artista emblemática del flamenco en México, con profundas raíces en España y en la fiesta brava que canta "tengo en mi vida tres toreros/ dos son mis padres/ uno es mi dueño/ yo crecí en el campo bravo/ a la sombra de mi abuelo/ la hacienda La Noria del ojo cobijó a muchos toreros/ya decía mi abuelo/ más cornadas da el hambre a toditos los toreros.." trae el flamenco en su sangre.

Lo más importante es que transmite fielmente ese cante y esos bailes y esa religiosidad, nos comentó “tuve leucemia terminal y aquí estoy, no soy ninguna extremista, pero ofrezco mi trabajo a Dios”.

Esta guitarrista y “cantaora” estudia desde los cinco años, su primera maestra fue la torreonense Magda Briones Navarro, luego el legendario lagunero Fernando Valdés; desde los siete años es profesional y ha recorrido México y España con su música y sus bailes, entre sus discos están “lléname de ti” y “A mi aire” y con “El Cristo andaluz” hace llorar al público con la pasión de un hombre que es universal y sigue vivo entre nosotros: Jesús.

El espectáculo supera la corrección interpretativa, es andaluz, la Compañía logra el tono y el sentimiento creíbles, además de una gran calidad artística que supera toda expectativa. Una parte del público graba el recital en sus telefonitos, arroja claveles rojos al final de la representación y sube al escenario para tomarse fotos con los artistas, la anécdota de una tarde memorable que nos presenta mortales y agradecidos.