miércoles, 4 de mayo de 2011

BARON ROJO CON MARIACHIS




“El Barón Rojo” tiene todas las virtudes del "bioepic", y también todos sus problemas. Recrea espléndidamente las calles de Berlín en 1917, las trincheras de la Primera Guerra Mundial y las primeras batallas aérea. Es un homenaje al legendario “Barón Rojo”, se ven pasajes de sus batallas, de su sentido del honor, de la relación que llevaba con los pilotos de su Circo aéreo; muy bien.

Pero, no alcanza a tener una identidad que la convierta en una gran película. Se inclina por el romance, luego por la biografía lineal y sosa, por la recreación de batallas aéreas, como si fuera un programa del Canal de la historia , busca presentar lo más fiel posible las imágenes históricas como el emperador Guillermo, inventa otros personajes para hacer atractiva la película, incluso detalles de amor que se ven muy forzados.

La balanza no importa para los aficionados al cine épico, da lo mismo un detalle inventado o toda una secuencia, que aparezca una enfermera hermosa, o que no esté. Lo importante es la recreación del piloto alemán más importante de la historia, tanto que Snoopy cree que EL es el “Barón Rojo” sentado en el techo de su casita en el jardín de Charly Brown y reta a al gato salvaje del vecino en cada tira cómica de "Peanuts".

El director Nikolai Mullerschon se preocupa porque todo el aparato del espectáculo salga bien y lo logra, los actores están en su papel : Matthias Schweighofer es el Barón Mandfred von Richthofen, la inglesa Lena Heady interpreta a la enfermera Kate, supuesto amor del Barón Rojo, Volker Bruch es el también héroe alemán Werner Voss y Joseph Fiennes es el piloto canadiense amigo-enemigo del Barón Rojo, Roy Brown.

Ese es el nivel final de “El Barón Rojo” (2008) una super producción con buenos momentos y lecciones sobre el honor, el nacionalismo y el rol del soldado en la guerra. Una producción majestuosa que mantiene la atención del público y que funciona como espectáculo. No más.

La película la vi, en uno de los cine clubes más extraños, fascinantes y adictivos que pudiera existir funciona todos los martes en el teatro “Alvarado” de Gómez Palacio, Durango, México. A las siete de la tarde se escuchó unos mariachis, hubo antojitos mexicanos y comentarios del coordinador del cine –club: Luis Solares, un cinéfilo de tiempo completo. A las ocho de la noche comenzó la función.

Hace unas semanas proyectaron “El cisne negro” ¡sobre una pantalla gigante hecha con tela! que colgaba de un costado del puente recién construído en la esquina de los bulevares Miguel Alemán y González de la Vega, eso fue la locura.

Mientras veíamos la película pasaba un ciclista y saludaba al público, o los pasajeros de un autobús “Torreón-Gómez-Lerdo”, se asomaban desde lo alto del puente y también nos saludaban. Esa vez se acabaron los “perros calientes” y Renata Chapa, directora del instituto Municipal de Cultura –organizador del cine-club- anunció que iba rápido por más comida.

Como aperitivo suelen regalar pastel, vino blanco y palomitas de maíz. Hemos escuchado música al piano, música folclórica… los organizadores colocan sillas y mesas en el vestíbulo del teatro o en la banqueta delteatro para este previo a donde acuden personal de las bibliotecas del municipio y de la librería Gandhi que instalan mesas con libros y atienden con información al público. Todo es gratis ¡y es único!

1 comentario:

  1. Me parece muy interesante este articulo ya que puedo obtener mayor conocimiento.

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