LA DAMA DEL LAGO

De nuevo la gala de la ópera desde el Met. El teatro Isauro Martínez abre sus puertas para que el público escuche, primero, a Miguel Ángel García con su charla previa sobre “La Dama del Lago”, de Rossini, y la ópera con Joyce DiDonato y Juan Diego Florez, después. Hay que llegar a las 10:15 horas para la plática del melómano García y luego deleitarse con el lujo del Metropolitan Opera House, de Nueva York, en vivo con esta novela de Sir Walter Scott.

DiDonato es la protagonista de esta historia que incluye al rey que intenta conquistarla. El es interpretado por Diego Florez. El director de la orquesta es Michele Mariotti.

Es la novena proyección, tiene una duración aproximada a las tres horas y media, por la duración de la misma, el equipo de trabajo del teatro ha dicho que no habrá servicio de comida. Esta ópera, ha ido y venido de los escenarios desde su estreno en 1819, es la séptima de nueve obras que Rossini escribió para el prestigiado Teatro San Carlo de Nápoles entre 1815 y 1819 y el Metropolitan Opera la presenta por primera vez.

En 1819, Rossini había tenido que salir apresuradamente de su natal Pesaro, Italia, sin proyectos concretos para el futuro inmediato. Fue entonces cuando se cruzó en su camino una traducción francesa del poema de ese nombre de Sir Walter Scott. Rossini, con su conocida capacidad para componer obras rápidamente, se puso a trabajar en ella, constituyendo la primera ópera basada en argumentos escoceses de Scott. Como dato curioso se puede mencionar que 20 años más tarde, alrededor de veinticinco óperas italianas estarían basadas en historias de él, incluyendo la célebre “Lucia di Lamermoor”.

El argumento cuenta la historia de una dama que haciendo uso de su ingenio y de favorables circunstancias llega a salvar la vida de su padre y del hombre que amaba.

La acción se desarrolla en la Escocia del siglo XVI. Los habitantes de la zona montañosa del Sterling se oponían a Jacobo V de Escocia que los quería invadir.

Los pastores van camino a sus labores en el campo. Los cazadores se preparan para cazar, agazapados entre los árboles. Elena, hija de Douglas D`Angus, mientas atraviesa el lago, confía a las olas sus pensamientos. Ama a Malcolm, pero su padre le ha prometido a Rodrigo. El Rey Jacobo, al oír hablar de la belleza de la joven, se disfraza de caballero y bajo el nombre de Uberto de Snowdn, se acerca a ella. La joven le ofrece hospitalidad en su cabaña del otro lado del lago, y al llegar, Uberto descubre que sus sentimientos por ella no son correspondidos, luego de lo cual, se marcha.

Malcolm se encuentra reflexionando sobre su amor, esperanzas y temores. Se esconde al ver que llegan Elena y su padre, Douglas, y  escucha el enfrentamiento entre ellos con respecto al casamiento de la joven con Rodrigo. Cuando Douglas se retira, Malcolm sale alegremente de su escondite, y ambos se cantan su amor.
Los rebeldes se han reunido para rendirle honor a su líder, Rodrigo. Elena, Douglas y Malcolm se unen a ellos. Acto seguido, Malcolm descubre que Rodrigo está disputándole el amor de Elena, a la vez que Douglas percibe que Malcolm es el destinatario del amor secreto de su hija.

En el segundo acto, Elena y Uberto vuelven a encontrarse. El le declara su amor, y ella se ve en la obligación de reconocer que ama a otro. Uberto, abatido, le regala a Elena un anillo que dice haber recibido del Rey. Con él podrá obtener ayuda del Rey en caso de hallarse en peligro tanto ella como su familia. Rodrigo entra de súbito, y reta a duelo a Uberto.

Más tarde, Douglas se entrega al Rey como prisionero, confiando en que ello dará seguridad a su familia y seguidores. Al conocer  la acción de su padre, Elena toma el anillo y va a la corte del Rey Jacobo en busca de ayuda. Con gran sorpresa reconoce en el Rey al caballero Uberto. El Rey, fiel a su promesa, no sólo concede la libertad a Douglas, sino que completa la felicidad de la joven perdonando a Malcolm por sus actos rebeldes. De esta manera, Elena y Malcolm son libres para casarse, dándole a la historia una feliz conclusión.    

Se dice que la noche del estreno, el público estaba dividido entre quienes celebraban la obra y quienes la condenaban. Pero al cantar la heroína el rondó final, la aceptación fue generalizada.

Vale la pena mencionar que ese papel protagónico en el estreno, fue interpretado por Isabella Colbran, quien más tarde se convertiría en la esposa de compositor.

Esta ópera,  se ha presentado en prácticamente todos los escenarios desde su estreno en 1819, es la séptima de nueve obras que Rossini escribió para el prestigiado Teatro San Carlo de Nápoles entre 1815 y 1819 y  el Metropolitan Opera la presenta por primera vez. 

Los boletos están a la venta en el teatro, cuestan $150.00, los estudiantes con credencial pagan $50.00.