Los bailarines, los cantantes en lenguas originales, los artesanos y sus familias, no dejan que la tristeza les gane y siguen con la Calenda, las clases de baile, la fabricación de nieves de garrafa y el horneado del pan...
Saben que hay desgracia en su casa por el temblor de la semana pasada, pero no dejan de sonreír y de ser los mejores anfitriones, abren sus puestos todos los días a las 9:00 horas y cierran cuando se va el último cliente, cerca de la medianoche.
Vamos estos días a comprar sus artesanías, comida, ropa, a reír con ellos, a caminar por las calles de la Ciudad Jardín, son los invitados de las Fiestas Patrias, la visita que estará en Lerdo hasta el día 28 de septiembre y luego seguirán su camino, son nómadas que asombran a propios y extraños con sus mercancías, su bellisima música de viento y su amabilidad que trasciende fronteras
Son habitantes de ocho regiones, dan para recibir y contagian con sus tradiciones. Hoy los vi atender a la prensa y al Ayuntamiento de Lerdo con la sonrisa que no oculta nada y la cortesía de la gente de bien que ofrece al otro todo lo que tiene.
Allá en su casa, en el Istmo, hay dolor, pero se están levantando de nuevo, como lo han hecho muchas veces en el valle, Tehuantepec y barrios como Chegigo, atravesaron de nuevo el Río de los Perros para rehacer su vida. Y aquí agradecen la solidaridad de los laguneros, a cambio nos ofrecen el producto de su trabajo.
Vamos al parque Victoria de Lerdo a saludarlos, a comprar sus mercancías; en dos fechas tendrán Guelaguetza, los viernes 15 y 22 y el 15, poco después del Grito de Independencia, caminarán de la Plaza Principal al Parque Victoria con la banda por delante y el folclor vivo que invitará a todos a la fiesta de la vida.
Oaxaca vive.
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