Amantes de 5 a 7, el amor no importa

"Amantes de 5 a 7", del debutante Víctor Levine,  tiene dos aciertos: las excelentes actuaciones de Glen Close y Frank Langella, como Arlene y Sam, los padres neoyorquinos de Brian y darle la vuelta al estereotipo de mujer francesa romántica y hombre estadounidense libertino. Lo demás parece un filme de Woody Allen.
Y ese es el problema de la película estelarizada por la bellísima Berenice Marlohe como Arielle y Antón Yelchin en el rol de Brian, en apariencia es un drama, pero en el fondo es una comedia involuntaria y el argumento no acierta a tomar partido entre uno y otro tono.

Brian es un aspirante a escritor, joven y judío. Arielle es una sofisticada francesa en Nueva York, un poco mayor que Brian, tiene un mundo recorrido y establece una relación totalmente inverosímil que no convence al espectador.
La cinta presenta a personajes estereotipados en una historia sencilla con momentos muy divertidos que no alcanzan a equilibrar la anécdota y entonces el público no entiende de qué se trata exactamente el filme de Levine, conocido como director de capítulos seriales en la TV.

No me incomoda la serie de propuestas que lanza "Amantes de 5 a 7", ni que tenga un final esperado, dentro del presupuesto del estereotipo. De hecho las comedias románticas suelen gustarme, pero esta película salta a cada instante y no solo es un tipo Allen, sino un cine de fácil digestión en fin de semana.
De todas formas, vea "Amantes de 5 a 7" y disfrute la secuencia del encuentro de Arielle y Brian con los padres del americano bebedor de cerveza, los diálogos son geniales y la última palabra la tiene el papá, lo que no es común en cualquier cine del mundo.
Luego de ver cintas  como esta, la pregunta es inevitable, en verdad los neoyorquinos son tan previsibles? Si voy al Parque Central puedo toparme con una belleza hiper liberal como Arielle?
"Amantes de 5 a 7" se puede ver en múltiples plataformas, es como un Frankenstein que se formó de secuencias de muchas otras películas.