jueves, 13 de junio de 2019

ANTONIO VIGATÁ SIMÓ 80 APLAUSOS POR SU LLEGADA

 El arquitecto Antonio Mendez Vigatá recordó hoy, 13 de junio, los 80 años de la llegada al puerto de Veracruz, de su abuelito, el profesor Antonio Vigatá Simó, venía en el buque de vapor francés "Sinaia", se dirigió a la Ciudad de México y ahí recibió el encargo de una agrupación de refugiados españoles, para fundar, al lado de otros maestros de la diáspora española, entre ellos Antonio Antolín, Pablo Farrús, Ricardo Pons y José Sampietra, una escuela en Torreón.
Vigatá fue así el primer director del Colegio Cervantes, ubicado en la avenida Morelos de Torreón, Coahuila, en 1939.
 Antonio y Jaime Mendez Vigatá, son la tercera generación de los españoles republicanos que abandonaron España al triunfo de la Falange en 1939.

Y hoy dirigen dos campus de aquel Cervantes del exilio.

Antonio Vigatá viajó en el Sinaia con otros 1619 refugiados, entre ellos tres escritores de la generación del 27, Pedro Garfias, Juan Rejano y el filósofo Adolfo Sánchez Vázquez ¡vaya pasajeros!
 Durante el viaje, Garfias, que ya había escrito el bellísimo poema "Primavera en Eaton Hastings" durante su estancia en Inglaterra, se despidió de España con versos igualmente desgarradores y al voltear al occidente escribió algo conmovedor :
 "Pueblo libre de México / como otro tiempo por la mar salada/ te va un río español de sangre roja/ de generosa sangre desbordada/ y eres tú esta vez quien nos conquista/ y para siempre / ¡Oh Nueva y Vieja España!
 El general Lázaro Cárdenas fue quien propició ese éxodo que trajo a 25,000 obreros, campesinos, artesanos, profesores, escritores, pensadores, que huyeron de la España Franquista y llegaron a esta bendita tierra como exiliados.
 Y aquí fundaron escuelas, la Casa de España, que luego sería el Colegio de México, El CIDE, fueron piedra angular del Fondo de Cultura Económica y otras editoriales, enriquecieron las artes plásticas, la arquitectura, la poesía.

Se dice que Pedro Garfias escribió en Torreón su legendario  poema "Yo conocí un árbol (Yo he conocido un árbol que me quería bien. Jamás supe su nombre, no se lo pregunté y él nunca me lo dijo: cuestión de timidez)
Luego vendrían a Torreón otros poetas como León Felipe, que asistía a tertulias en el Casino de La Laguna.

La mayoría de ellos murió en esta que también fue su patria. Quedan algunos que llegaron bebés o niños... nunca se quisieron regresar a España.

Hoy Antonio Mendez Vigatá se acordó
de su abuelito, el joven que llegó de la guerra, hace 80 años, a un país nuevo generoso y joven como él.

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