Hizo lo que soñó, vivió en dos realidades al mismo tiempo, escribió sobre un mundo imaginario, pero posible y fue protagonista de su utopía, quizá con miedo, pero sin concesiones; sentenció que el Cristo es hombre y Dios, Revolución y humanismo...y fue consecuente de sus poemas, solidario con sus vecinos -a los que eligió a mitad de la neblina y la violencia...y se fue sin remedio, en lucha contra el injusto que el creyó -en algún tiempo- era el justo y tuvo tiempo para contar su vida, para deshojar la margarita y concluyó: "nunca dejé de ser sacerdote, de luchar por mis hermanos".
A los 95 años de edad se fue el cura jesuita Ernesto Cardenal, Su Santidad Francisco le quitó el castigo impuesto por su Santidad Juan Pablo II, podía dar misa de nuevo; se fue el soñador, el luchador social, el gran escritor de "Cántico Cósmico", "El estrecho dudoso" y "Quetzalcoatl", el peleador incansable, el que no quería hincarse ante su Santidad Juan Pablo II en Managua, mientras presenciaba la escena con una sonrisa absurda el presidente de Nicaragua, el ex guerrillero y ex héroe sandinista Daniel Ortega, el militante cristiano, el guerrillero social y teólogo de la liberación.
Durante la lucha contra la dictadura somocista, Cardenal fue faro moral y cultural, su comunidad en el archipiélago de Solentinaime del gran Lago de Nicaragua, es ejemplo de solidaridad, hermandad humanismo; enmedio de una sangrienta dictadura -se ha dicho- seguía dando misma y trabajando porque sus amigos campesinos y pescadores tuvieran la posibilidad de vivir en un mundo mejor.
Recuerdo en la oscuridad de la noche, cuando fui a la orilla del lago, en Granada, donde nació el poeta, y busqué a lo lejos aquellas islas donde se decía que vivían rebeldes, jóvenes auto llamados sandinistas y busco el libro con caricaturas de Abel Quezada, donde están los monitos latinos vestidos de charros que luchan contra el dictador, llegan al poder y terminan como dictadores de cartón, eso le pasó a Daniel Ortega y contra eso luchó toda su vida, incluso al final de sus días, Ernesto Cardenal el POETA de la Revolución. Descanse en paz.
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