miércoles, 1 de abril de 2020

ESTOY VIENDO CINE

 Estas son solo cuatro de las estupendas películas que he visto en el retiro involuntario. Una nueva versión de "El Mensajero del amor", la maravillosa "La Hija del Pocero" dirigida y actuada por el gran Daniel Auteuil, el pequeño pero hermoso canto rural de "Jacky y Ryan" y "La Chica de los Camellos", sobre la odisea de una joven australiana a través de su país. Todas se pueden ver en la tele. Va pues.

"The go-between" (El Mensajero, 2015) de Pete Travis, es un regreso a la bellísima novela de L.P. Hartley que Joseph Losey filmó en 1971, también con Jim Broadbent en el reparto. Filme de época que retrata muy bien varios aspectos de la Inglaterra de 1900, el amor prohibido, la lucha de clases, la inocencia perdida, el verano que marca la vida de alguien...todo envuelto en la belleza de la campiña impecablemente fotografiada por Felix Wiedemann y musicalizada adecuadamente por Christian Henson.

Leo vive, llevado por las circunstancias,  un verano enmedio de lo prohibido y saldrá mal librado. Marian (niña rica)  vive envuelta en una pasión con Ted (aldeano y pobre) mientras Hugh (noble inglés) acecha a su presa.
 "La Hija del pocero" (La fille du puisatier, 2011) me encantó y no solo porque soy papá, o porque se pudiera creer que pienso que todo tiempo pasado fue mejor. Me atrapó desde la primera secuencia y me mantuvo embrujado con secuencias maravillosas, como la primera visita de la familia Amoretti a la casa de Jacques (Nicholas Duvauchelle), o cuando papá Pascal (Daniel Auteuil) indica a su hija Patricia (Astrid Bergés-Frisbey) el sitio donde pasas el bus de las 2 p.m. o la toma final con una cámara fascinada por la vida familiar y rural de una Francia que desapareció hace mucho.

Las pasiones reprimidas, el honor, el orgullo y la desolación de los padres cuando les llega su momento de decir adíos, la desesperanza al ver que, irremediablemente, los tiempos están cambiando y la alegría porque en lo más negro de la tormenta la vida nos da la alegría más grande que es la continuidad de la vida misma.

Auteuil logró una pequeña joya fílmica.
 "Jackie y Ryan" es la historia de la Unión Americana, la anécdota sobre la aventura en el camino, la aventura de un extranjero solitario, nómada que a pesar de toda su intención, agradece un plato de frijoles y sin pretenderlo estará dispuesto a guardar la mochila cuando encuentre el amor.

Es otra pequeña joya cinematrográfica aderezada con estupenda música campirana. El guion y dirección de Ami Canaan Mann parecieran de alguien que ha vivido el camino, que Ryan (Ben Barnes) es algo más que un personaje de película y que Jackie (Katherine Heigl) no solo es una esposa maltratada y una estupenda cantante, también es una imagen idealizada de la mujer estadounidense.

Hay pequeñas grandes cosas en  la vida, el viaje y la carretera son las más grandes y en "Jackie y Ryan" se aprecia todo esto con música country de fondo. Muy bien.
Finalmente, por hoy, "La Chica de los Camellos" (El Viaje de tu Vida, o Tracks) es una bellísima película que quizá no traspasa el plano ilustrativo sobre el viaje en 1971, ahora legendario, de Robyn Davison (Mia Waisikoska) por 3,000 kilómetros en los desiertos de Australia. El viaje fue presentado en la revista de la National Geographic en su momento y fue el primero de varios que ha realizado Robyn por el mundo, una mujer solitaria.

La película de 2013, dirigida por John Curran nos ofrece un relato entrecortado pero eficiente sobre la aventura y la curiosidad como motores de la esencia de los humanos, exploradores por naturaleza. No hay explicación alguna para este recorrido en solitario con camellos simpáticos y bien entrenados, además de un perro; eso no importa, la cinta es entretenida e ilustrativa sobre los recorridos que asombran a todos, comenzando por los mismos protagonistas.

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