La orquesta interpretará la obertura de “Los Capuleto y los Montesco”, de Vincenzo Bellini, el “Concierto para violoncello” de Robert Schumann y la Obertura de “Sueño de una noche de verano” de Félix Mendelssohn. Un concierto que ningún seguidor de Shakespeare, la música clásica, Sergey Kosemyan o la Camerata, debe perderse.
Juan Carlos Lomónaco
El director, quien es invitado frecuente de Camerata, ha sido considerado
por la revista “Líderes”, como uno de los 300 líderes mexicanos más
influyentes. Es director Titular de la Orquesta
Sinfónica de Yucatán. Se graduó en el Curtis Institute of Music de
Filadelfia, donde estudió dirección de orquesta con Otto-Werner Mueller y fue
alumno de Charles Bruck en la Pierre Monteux School, Marc David en la Universidad
de Montreal y Enrique Diemecke. Desde los 17 años Lomónaco ha formado y dirigido varias agrupaciones musicales y a los 23 años debutó con la Orquesta Sinfónica Nacional de México de la cual fue director asistente. Ha sido Director Titular de las Orquestas Sinfónica Carlos Chávez, Sinfónica del Conservatorio Nacional de Música, Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional, director y fundador del Mexico-Philadelphia Ensemble en Filadelfia, EUA y el Ensamble Iberoamericano en Madrid.
Sergey Kosemyan (en primer plano)
Vincenzo Bellini fue uno de los compositores más importantes de ópera
italiana. Con una reputación basada en una fina destreza. “I Capuleti e i
Montecchi” es considerada como la obra que inicia el periodo de madurez de su
compositor, basada en fuentes literarias que inspiraron la obra de Shakespeare,
pues con “Romeo y Julieta” solamente mantiene en común los nombres de los
protagonistas y la muerte falsa y los mensajes perdidos que conducen al
desastre.
Entre los conciertos de Robert Schumann, los escritos para Piano y
Violoncello, ambos en La menor, son los más frecuentemente tocados y grabados.
Este último, compuesto durante su última estadía en Düsseldorf (1850), ha sido
por largo tiempo uno de los conciertos favoritos entre los cellistas, debido a
la escasez de este tipo de obras durante el siglo XIX.
Y la obertura del “Sueño de una Noche de Verano” muestra la madurez
creativa de su joven compositor, su música personifica el ideal Romántico de la
unión entre la música y la poesía a través del desarrollo de una atmós
imaginativa donde traslada tres mundos a la vida.
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