martes, 28 de febrero de 2017

Regresé al Teatro Isauro Martínez para disfrutar de las trasmisiones del Metropolitan Opera House de Nueva York hasta el  TIM vía el Auditorio Nacional y créanme, valió la pena. Hace unos años saludé a la periodista Irma Bolívar, tenía muchos años sin verla y recordó que cuando nos conocimos yo disfrutaba la vida a partir de cualquier detalle, de lo mínimo aprovecho la emoción con  que fue hecho algo y me maravillo... es verdad. Por lo mismo me doy cuenta que vale la pena disfrutar cada minuto de las trasmisiones del MET y el sábado 25 de febrero asistí al banquete musical y tecnológico de "Rusalka" de A. Dvorak, una ópera vita una y otra vez que no deja d cautivarme.

Cuando salí del teatro pensé un rato mientras caminaba por la Plaza Mayor, había dos temas fundamentales, el apoyo que dan Peñoles, el INBA, el Auditorio Nacional y el mismo teatro Isauro Martínez para que los laguneros podamos disfrutar de la  visión de diez óperas , título clásicos del Bel Canto que tienen muchas implicaciones didáctica, estéticas, tecnológicas y que invitan a la reflexión sobre la importancia del apoyo de iniciativa públicas y privadas para la difusión del arte.



Aquí vale subrayar el hecho de que  el programa En Vivo desde el MET es una oportunidad con muchas aristas, una de ellas es la forma en que los magnates neoyorkinos apoyan a la producción de óperas en el MET, como es el caso de este montaje dirigido por Sir Mark Elder en la orquesta y la participación de Mary Zimmerman en la producción de esta adaptación muy libre de "La Sirenita" de Hans Christian Andersen.

Y este es un punto medular para mí. Tenemos que seguir los pasos de ciudades legendarias como Nueva York que desde los últimos 20 años del siglo XIX ha trabajado con constancia y seriedad en el patrocinio del arte y la cultura en un ambiente sofisticado y de ciudad grande y cosmopolita donde el dinero circula de forma impresionante y vuelve ricos o pobres a miles cada día. Lo han intentado ciudades mexicanas como Monterrey, Mérida y más recientemente Puebla y León y La Laguna ha dado pasos hacia adelante, a un costado y hacia atrás, inconstancias desde los años 80 que no han terminado de madurar.

No puedo negar que la existencia del programa de ópera en pantalla gigante y la primera temporada de jazz, además de la proyección de videos sobre grandes artistas, también en pantalla gigante, sin olvidar los 21 años de la Camerata de Coahuila que dirige Ramón Shade, son estupendos ejemplos de cómo la gente responde - a medias, pero acude- a conciertos, películas y proyecciones de una manera poco usual en el país.

Disfruto mucho las entrevistas a los artistas, esta vez a la hermosa y maravillosa soprano letona Kristine Opolais y el  tenor estadounidense Brandon Jovanovich, o a actores de cuadro, no parpadeo cuando veo como mueven las escenografías en los descansos, y me impresionan los movimientos sincronizados de los trabajadores tras bambalinas; ver  en vivo desde el MET la ópera en pantalla gigante de alta definición es una verdadera fiesta.
Nos vemos en el teatro Martínez el sábado  11 de marzo para ver juntos "La Traviata", de G. Verdi., la cita será a las 11:55 horas.

 


 

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