La procesión del Silencio en las calles de San Luis Potosí, es impresionante. El acto de fe reúne a miles de potosinos y contagia a otros miles de turistas que guardan silencio durante mas de dos horas, al paso de 27 Cofradías de la capital estatal que desfilan por el perímetro del centro histórico para conmemorar la Pasión de Cristo.
En el siglo XVI tres cofradías respondieron al llamado de los frailes Carmelitas para la primera Procesión del Silencio; hace 60 años, de nuevo la comunidad Carmelita de San Luis Potosí, lanzó la convocatoria para esta procesión que impacta de principio a fin.
Respondieron grupos de iglesias y aficionados taurinos del estado, que aún hoy siguen siendo parte de la caminata por el centro potosino.
La enorme ceremonia es organizada por las "Tradiciones Potosinas", miles de habitantes de la ciudad y de turistas rentan sillas a los costados de las calles, por donde pasa la procesión que inicia a las 20:00 horas frente a la iglesia de El Carmen y termina en el mismo punto casi a la medianoche.
El evento anual es considerado Patrimonio Cultural del Estado y muestra "Pasos" que tienen su origen en Andalucía, España, para contar de una forma didáctica la Pasión de Jesús; así cada Cofradía muestra un episodio de la Semana Santa, como las caídas durante el Vía Crucis y la procesión termina con un enorme y bellísimo "Paso" dedicado a la Virgen de la Soledad, corazón de la Procesión del Silencio.
La emoción está en cada "Paso", creyentes y curiosos nos sorprendemos una y otra vez...por la voz de la "tonadillera" afuera de San Agustín, que subraya con su voz el lamento cristiano por la Pasión del joven carpintero, hasta el ruido de las cadenas al ser arrastradas por penitentes en las calles empedradas de la Ciudad colonial de cantera.
He tenido la oportunidad de estar varios años en otras Procesiones del Silencio, en Guanajuato y Zacatecas por ejemplo, pero la de San Luis Potosí estremeció mi corazón y me hizo recordar que hay gente buena, capaz de dar todo sin pedir algo a cambio.
La procesión reunió a pobres y ricos en una noche muy fría, de luna llena, fue el 30 de marzo de 2018, gente fina y común de cofradías de barrios dispares que acuden al llamado del hombre que dio su vida por los demás.
Fue una jornada muy conmovedora.
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