sábado, 24 de julio de 2010

Del Camino de Santiago a Viesca




Por falta de tiempo hice el Camino de Santiago en tren. Desde Pamplona, hasta el pórtico de la Gloria en la catedral compostelana; me detuve en San Sebastían, también en Burgos y en León donde amanecí ante la basílica de San Isidoro. Luego me desvié hacia Oviedo para subir más tarde a San Miguel de Lillo y Covadonga en jueves de Chorpus Christie. De ahí viajé hasta Orense donde había feria, lo hice en compañía de muchos españoles y demasiada comida. Y finalmente me detuve ante el sepulcro de Santiago el Mayor, el hijo de Zebeldeo, el pescador de Cafarnaún que dejó las redes para acompañar a Jesús que lo bautizaría como "Hijo del trueno". Fue inolvidable.

Mientras comía calamares con arroz hice una pequeña encuesta: ¿Santiago murió martirizado en Palestina y su cuerpo incorrupto fue llevado a Finis terrae -Galicia- a las inmediaciones de Iria Flavia? o ¿Santiago viajó a Galicia para evangelizar, regresó a Palestina donde murió y lo trasladaron a Galicia después? Estaba en el corazón del Campus Stellae de Pelayo y del Obispo Teodomiro en el siglo IX, y aunque no fuí nominalmente un per er grim (peregrino) porque no caminé por el pasto rumbo al fín de la tierra, la esencia era la misma, estuve en el sitio donde descansa el patrón de Iberoamérica.

Durante casi siete siglos Santiago y sus caminos fueron el centro difusor de cultura, arte, comercio y re población. Luego vino casi el olvido y desde hace 40 años de nuevo es la meta de quien desea reflexionar, descansar de la vida materialista, de quienes buscan un poco de paz y se aventuran por el camino. Hace un año 140 000 peregrinos de 100 países recorrieron los caminos francés, del norte, primitivo, del Ebro y catalán, de este Patrimonio de la Humanidad. Y mañana domingo es la culminación del Año Jacobeo; cientos de peregrinos quedarán atónitos ante la Puerta de la Gloria del maese Mateo, se arremolinarán ante el vuelo del botafumeiro, recibirán su pasaporte compostelano con todos los sellos , guardarán su concha, luego a la plaza para descansar antes de ir, quizá, a comer al Parador de los Reyes Católicos y regresar a casa luego de caminar por esta hermosa ciudad universitaria.

Cientos de "hospitaleros", incluídos los legendarios Caballeros de la Cruz de Malta, segurián su trabajo este verano como apoyo a los caminantes que viajan por la vía láctea (Luis Buñuel) cada uno en busca de su propia felicidad.

EL SEÑOR DE SANTIAGO EN VIESCA, COAHUILA

Y aquí, mañana es el día de San José de Gracia y Santiago del Álamo Viesca, el oásis coahulense que cada día tiene menos agua y más pobreza. La primera población de la Laguna, donde se concibió el latifundio y luego el rancho del Torreón, celebra con el regreso de sus hijos ausentes, la fiesta de Santiago el Mayor en su humilde iglesia, la plaza, las calles rodeadas de casas de adobe, cerca de las antiguas palmeras datileras, enmedio de viejas historias de la fábrica de sulfatos, de cuando pasaba el tren como símbolo de riqueza.

Si va a la tierra de los danzantes de caballitos, de Santiago de los Caballeros, el Señor de la reconquista, Santiago Mata moros, vaya por el camino de Torreón a Saltillo y en Zapata de vuelta a la derecha, al llegar a las dunas de Bilbao, podrá girar a la derecha hacia Santa Ana de Hornos que presume sus recién restauradas capilla y casco de hacienda, o seguir hacia el paraíso, hasta llegar a un pueblo que no ha recibido la calificación oficial de mágico, pero que lo es sin duda alguna.

No es grande, tiene su presidencia municipal, plaza, iglesia parroquial, algunos restaurantes pequeños y agradables hay un monumento a Benito Juárez, lo pusieron justo frente a la iglesia y el pueblo tiene, sobre todo, mucho encanto.

(Esta entrada está dedicada a Salvador Hernández Vélez, que es de Viesca y mañana seguramente comerá asado rojo con sopa de arroz).

3 comentarios:

  1. Buen post. A ver si para la próxima tienes tiempo de hacerlo a pie o en bici…Una experiencia más que recomendable.

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  2. Me gustó la relación que haces entre el Camino de Santiago y Viesca... partiendo del apóstol mayor, claro.
    No he hecho aún ese camino, por lo cual no puedo opinar mucho, salvo los buenos comentarios que he escuchado de quienes sí lo han hecho...
    Me gustaría hacerlo un día, pero se me hace que yo me voy en "burro"... ¡para no tardarme tanto! :-)
    No dejes de escribir, Angel, que tienes un gran acervo cultural que vale la pena transmitirlo a través de un espacio como éste.
    Saludos.

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  3. Algun día me gustaria realizar esa caminata a tu lado, espero que lo hagamos en un tiempo no muy lejano.

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