Cruz realiza actualmente una residencia artística en
“Impulso Interno, escénica contemporánea” y esta semana ofreció a un púbico
selecto, en “Área Móvil”, su mas reciente trabajo de Butoh, teatro a una sola
voz, danza, música y expresión corporal a partir de una serie de textos con los
que Cruz armó un guion que impacta al público desde el principio.
La magia de la voz sin voz, del movimiento corporal
que dice lo que la voz disimula o calla, un solo actor en escena con la única intención de trasmitir un
mensaje sencillo y difícil a la vez: la locura es parte sustancial de la
existencia humana.
Pero ¿quién está realmente enfermo? O ¿quién está
realmente sano? Carlos Cruz se aventura en la relatividad de las cosas , de los
conceptos y de las realidades de la gente. El ser no quiere morir, peor en
ocasiones no encuentra otro camino y de su muerte desde lejos, fuera de sí y
reflexiona sobre el hecho de una forma constante, directa, mágica.
El actor comenta que el espectáculo del ser en el espejo, le llevó un año de
trabajo, de buscar asesorías, de leer textos de Antonio Artaud y la poética
latinoamericana, de medir los límites a los que se podía llegar con este
espectáculo que es un monólogo, teatro a una sola voz desgarrada, alucinada,
que quiere vivir a cualquier costa, que busca la trascendencia y que
irremediablemente está cuerda.
El espejo intimida, desnuda al que se atreve a verse
reflejado en él, no miente y cuando lo hace es porque su autor lo fabricó para
mentir deliberadamente, el espejos, los
espejos se contonean en el escenario, la pintura cubre a Carlos Cruz de pies a
cabeza, literalmente- y el público disfruta cada cuadro, cada momento.
Cruz es un niño, un anciano, un rostro atormentado
Es un bailarín, un cantante, un ser solitario que deambula por el mundo, un ser
frágil que busca la forma de permanecer en el mundo. También es el actor y
bailarín que cuida cada detalle de su trabajo escénico y es capaz de conmover y
alegrar al público, pero también lo
acongoja, lo pone triste, se solidariza con cada espectador en medio de la
noche.
Cruz trabajó estas semanas con las niñas -y un niño- de la compañía infantil de “Impulso
Interno”, el domingo presentan el resultado del trabajo, será en la Plaza Mayor
de Torreón a las 19:00 horas como cierre del Festival infantil “La Maroma” que organizó la Secretaría de
Cultura del estado de Coahuila.
También podremos ver a la compañía en su plenitud
estos días, por ejemplo hoy viernes a las 12:00 horas en una función para los
alumnos y profesores de la Preparatoria Miguel de Unamuno en el cetro de la
ciudad.
Y lo más importante: Impulso Interno, Escénica Contemporánea,
cumple 4 años que han estado llenos de éxitos y experiencias colectivas,
viajaron a Puebla con la compañía infantil, tuvieron el estreno de un trabajo
de Enrique Alamillo que pasó una
temporada con ellos, han tenido varias temporadas en los teatros regionales,
algunos de sus integrantes, como Aarón Rivera, han recibido apoyos del gobierno
para su trabajo con la Compañía y cuentan con un espacio propio en la avenida
Abasolo 333 poniente, atrás de la Presidencia Municipal.
No hay mejor forma de celebrar cuatro años de vida de
“Impulso Interno escénica contemporánea”, que verlos con su gran amigo, el
actor, bailarín y coreógrafo Carlos Cruz.
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