Renoir en el campo

Para estas vacaciones nada mejor que un duelo de actuación entre el veterano Michele Boquet y la bellísima Christa Teret, con el estupendo relevo de  Vincent Rottiers en una película que es al mismo tiempo un homenaje al gran pintor Renoir y una declaratoria sencilla y controvertida para algunos sectores: el impresionismo sigue vivo.
Guilles Burdos dirige esta pequeña anécdota con sus puntos c

entrales, el Tenor viejo y enfermo que siguio pintando a pesar de todo y la historia de amor entre su hijo  Jean y su modelo Andree.
La película se puede ver en varias plataformas virtuales y disfrutarse cuantas veces quiera el espectador, porque tiene muchas lecturas posibles y si se quiere indagar mas en la vida de este trío de artistas, se puede investigar sobre las técnicas inventadas para que Rendir enfermo pudiera seguir pintando, la vida de Jean cono gran cineasta que fue, luego de la Gran Guerra y el derrotero de su matrimonio con Andree.

La fotografía Mark Lee Pin Bin, atrapa al espectador desde la primera toma y nos recuerda en muchos momentos a joyas del cine francés como "Todas las mañanas del mundo" y "Un domingo en el campo".
"Renoir" es el banquete visual por excelencia, la pequeña lección de historia del arte, el chismecillo de pueblo y la oportunidad de apreciar un cine digerible de principio a fin, realizado con calidad, simpatía por los personajes retratados y cuidado extremo por los detalles.
Los personajes secundarios del film, como Coco Renoir (Thomas Doret) y Gabriel (Romane Bohringer), también tienen su encanto, lo mismo que la música de Alexandre Desplaza, que en ningún momento procura un protagonismo innecesario.

Hay muchas películas sobre artistas frustrados y exitosos del siglo XIX, "Renoir" de Guillén Bo es un ejemplo de aproximación acertada que combina arte y homenaje.