lunes, 8 de octubre de 2018

GABRIEL CASTILLO TOMÓ LA PALABRA

El profesor Gabriel Castillo Domínguez, director de Servicios Educativos de la Secretaría de Educación Pública de Durango, Comarca Lagunera, presentó "Tomar la Palabra II", edición personal, en la Casa de la Cultura de Ciudad Lerdo el sábado 6 de octubre  las 11:00 horas.


Los comentarios estuvieron a cargo de la maestra en filosofía Oralia Esparza y un servidor. Las siguientes fueron mis palabras.

Ser educador de tiempo y vida completos nunca ha sido fácil. El principal problema-satisfactor del que educa y es educado, es la responsabilidad social de la pe9rsona que, como señaló Paulo Freire, es educador y educando.

México es hoy mejor país que el que vivió al inicio de su profesión el MAESTRO, con mayúsculas, Gabriel Castillo Domínguez, pero sigue siendo terreno minado, a veces tierra de nadie o patria solidaria y su labor está marcada permanentemente por la sorpresa, las modas pedagógicas, la ingratitud de los políticos depredadores y los formadores de profesores, que son  al mismo tiempo ejemplo a seguir, lobos con piel de corderos, agentes de retroceso cultural y también instrumentos de enajenación al servicio de lo más oscuro del ejercicio del poder.

Hoy estamos aquí para acompañar al profesor de la trinchera, heredero de lo más noble de la Escuela Mexicana de Educación, al discípulo aplicado del profesor Andrés Silva Zavala, de Rafael Ramírez Castañeda y de José Santos Valdés, a quienes nuestro compañero de casa periodística, honra no solo en el ejercicio cotidiano de sus múltiples tareas en los últimos 35 años, sino, y eso lo subrayo, en la reflexión sobre la responsabilida del maestro dentro y fuera del aula.

Eso es "Tomar la Palabra II", una reflexión sobre el trabajo educativo, sobre los lobos que persiguen, que acosan al joven profesor que camina a veces, a ciegas por la ciénega profesional.

Las entregas rigurosamente periódicas de Gabriel lo muestran en sus roles profesionales, el profesor en el aula, el maestro en la oficina y el analista en su gabinete, que piensa y escribe, luego regresa a la calle, a la oficina...ese es el valor de sus columnas.

Gabriel es el mismo que ví en la Casa de la Cultura de Torreón expresando su opinión sobre la obra y la persona de los desaparecidos Edmundo Valadés y Rafael Ramírez Heredia. Pero tambié es otro, el profesor que observa, se adapta y sigue vigente, joven, entusiasta de su profesión como lo vemos en "Los jóvenes requeridos", página 185.

Gabriel tiene esperanzas, la vida no lo ha amargado, lo vemos en la página 289, y sobre todo, es un  analista de lo que pasa en su tierra adoptiva, lean la página 125. Y, ojo, Gabriel no es el analista domesticado por el sistema, su visión es crítica, el texto sobre Salvador Allende , en la página 221, y el caso Ayotzinapa, página 223, lo ejemplifican, igual que la declaración de principios de la columna "Paideia" en Milenio Laguna, vea la página 227.

Gabriel también es el escritor generoso, reconoce la labor educativa y cultural de los otros, de Jaime Muñoz, Saúl Rosales, Marco Aurelio Gutiérrez, Nacho Cárdenas, Magda Madero, el geupo "Chacaltaya", Alonso Licerio y de acciones como el Encuentro de la Palabra, vaya a la página 343 y, por supuesto, de mi compalera en esta mesa, la maestra y escritora Oralia Esparza.

También destaco la admiración del profe Castillo por figuras internacionales como Emanuel Kant, Shakespeare, Cervantes y José Martí, de este último habla en la página 358.

Nada de lo que es propio de la educación, del educador y su entorno, les es ajeno al profesor Gabriel.

Este es un trabajo editorial independiente, que se logró con el apoyo de la familia del ex director de la Escuela Normal de Ciudad Lerdo, el trabajo acucioso del escritor Jaime Muñoz, el apoyo de la SEP Laguna de Durango y Milenio Laguna que es la casa de "Paidea", la columna de Gabriel Castillo.

Enhorabuena para nosotros que disfrutamos de la lectura de "Tpmar la Palabra II".



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