domingo, 29 de agosto de 2010

Domingo sangriento en Londonderry




El cine europeo testimonial suele ser eficiente por su realismo y su forma de recordarnos que el ser humano comete absurdos una y otra vez.

Esto sucede con "Domingo sangriento" (Bloody sunday", 2002, 117 minutos) del irlandés Paul Greengras, producida por el legendario irlandés Neil Jordan. La película suele transmitirse en la televisión y nos habla de un hecho histórico en la lucha irlandesa por su liberación del imperio británico.

Con música de la banda de rock "U2", legendaria, amada y contundente en su discurso, la anécdota sobre una marcha católica por Londonderry, en Irlanda del Norte, apodado FreeDerry, muestra la forma en que el poder puede ejercerse aún en contra de la lógica elemental.

Pero también presenta una de las múltiples formas que tiene el colonizado para perder el sentido de su lucha y responder sin ningúna lógica a las provocaciones de quien está a la espera de cualquier pretexto para cometer un domingo sangriento.

Títulos fílmicos como "En el nombre del padre" , de Neil Jordan, nos han presentado el conflicto de Irlanda por expulsar a los ingleses de su territorio, aún con el uso de la violencia. Guerra entre colonizados y colonizadores, entre católicos y protestantes, entre pacifistas y belicistas... guerra que a pesar de todos los esfuerzos no termina.

El cine ha documentado, sustancialmente, a la lucha del Ejército Republicano Irlandés (ERI), católico y a su brazo político, pero en el caso de "Domingo sangriento", escrito por el mismo Paul Greengrass, hay una especie de cámara ( de Ivan Strasburg) casi imparcial, que responde al viejo discurso neorrealista de "Cámara testigo" (Cesare Zavattini) y el resultado , muchas veces emotivo, da para muchas películás más, como ejemplo queda el noviazgo entre la niñera adolescente protestante y su novio católico en un Londonderry separado por el odio ancestral religioso, político y social.

James Nesbitt es Ivan Cooper, líder católico pacifista pro derechos humanos, organiza una manifestación para protestar contra la ocupación inglesa. Tim Piggot es el general de paracaidistas Ford y Nicholas Farrell es el brigadier MacLelan, todos ellos envueltos en una vorágine de hechos que terminan con la muerte de 14 civiles (4 de ellos a balazos por la espalda) 30 heridos y un arma de odio muy poderosa en manos del ERI : la justificación para el uso de la violencia cuando las palabras y el pacifismo han sido aplastados por las botas del invasor.

De hecho hay un texto final donde se subraya el hecho de que los líderes militares que participaron en la masacre , fueron premiados por la Reina Isabel II y su trabajo reconocido por el Prlamento.

Luego de escuchar a la banda "U2" al ponerse la pantalla en negro, quedamos muchos minutos en silencio...¿ qué acaba de pasar en la pantalla chica? ¿Qué relación puede haber entre un hecho sucedido el 30 de enero de 1972 y nuestro país en agosto de 2010? Porque en ambos casos hablamos de violencia que provoca violencia, de pacifistas que son acribillados, de pandillas callejeras y paramilitares que pueden provocar un desastre en cualquier momento, en cualquier lucha, en cualquier parte.

"Domingo sangriento" nos muestra todo eso, y más, porque a final de cuentas, la lucha del ERI es tan sangrienta como la del ejército inglés y tan injustificada también. Pero ¿qué pasa cuando las calles se ensagrientan en batallas campales desiguales donde todo parece negro? Entonces, ¿la pelìcula de Paul Greengrass es un film ajeno a nuestras circunstancias?

No hay comentarios:

Publicar un comentario